26.7.15

Reseña: Temblor de Maggie Stiefvater

Título: Temblor
Título original: Shiver
Autora: Maggie Stiefvater
Saga: Los lobos de Mercy Falls
Volumen: 1/3
Editorial: SM
Nº páginas: 448
Tipo de edición: tapa blanda
PVP: 15,95€





SINOPSIS

Cuando el amor te hace temblar en otoño es mejor que el invierno no llegue nunca: las primeras nevadas pueden arrebatarte a quien más deseas. Hace años Grace estuvo a punto de morir devorada por una manada de lobos. Inexplicablemente, uno de ellos, un lobo de intensos ojos amarillos, la salvó. Desde entonces todos los inviernos Grace se asoma al bosque y, desde la distancia, lobo y chica se observan. Cuando llega el calor, la manada desaparece y, con ella, "su lobo". Pero este año Grace deseará que el invierno no llegue y que el otoño dure para siempre. Ha conocido a un chico, se llama Sam. Es un tipo normal, salvo por sus ojos. Son de un extraño color amarillo.




OPINIÓN PERSONAL


Empecé a leer Temblor hace unos años en la biblioteca de mi instituto. No había venido el profesor, nos llevaron a la biblioteca y, para no aburrirme, cogí el primer libro que vi, sin saber que iba a ser uno de los mejores libros que he leído en mucho tiempo. Benditas casualidades.

Y es que Maggie Stiefvater es, me atrevería a decir, mi escritora favorita. Es capaz de convertir un argumento al que estamos bastante acostumbrados, como son los hombres lobo, en algo completamente innovador, dándole un giro a todos los clichés de los que estamos tan aburridos (por lo menos, yo).

"-Me echo de menos a mí mismo. Y te echo de menos a ti. Todo el tiempo.
Bajé la vista hacia el regazo.
-Ahora no.
(...)
-No -admitió-. En este momento, ni siquiera me acuerdo de qué se siente al ser infeliz."


Temblor nos cuenta la historia de una adolescente, Grace, que vive en una pequeña casa cerca de un bosque y a la que le encantan los lobos. Cuando era una niña, unos lobos la arrastraron hasta el bosque con la intención de matarla. Y así habría sido de no ser porque un lobo de ojos amarillos, al que Grace llama “su lobo” desde entonces, la salva y la lleva de vuelta a su casa. Desde entonces, Grace dedica los inviernos a leer y observar a su lobo.


El libro comienza después de la desaparición de Jack Culpeper, un compañero de instituto de Grace, a manos de los lobos. Esto causa que cunda el pánico entre los habitantes del pueblo y se decida matar a los lobos. Un día de cacería, nuestra protagonista se encuentra a un chico herido, de extraños ojos amarillos, en su porche. Grace siente enseguida que ese chico, Sam, es su lobo, y no duda en ayudarlo.
 "-Nací con estos ojos. Nací para esta vida."
Como he dicho antes, Maggie Stiefvater convierte un tema bastante frecuente, los hombres lobo, en algo completamente diferente a lo que estamos acostumbrados a leer. Y es que, en esta historia, Sam y el resto de los licántropos se convierten en lobos cuando hace frío y permanecen siendo humanos cuando hace calor. A esto le sumamos que, a cada año que pasa, la tolerancia de los licántropos al frío es menor y, por tanto, cada año pasan menos tiempo siendo humanos, hasta que llega un momento en el que pasan a ser lobos para siempre. El problema aparece cuando Sam comprende que ese es su último año como humano.
Yo soy de esas personas que piensan que Maggie Stiefvater tendría que tener un monumento en alguna parte del mundo. O en varias. Su estilo es tan poético, delicado y cargado de emociones que llegas a cuestionarte si algo tan bonito lo ha podido escribir una persona o, por el contrario, han inventado un robot escritor muy inteligente. Y es que cada frase, palabra, punto o coma del libro están cargados de significado, sentimientos y belleza.
"Yo no pertenecía a su mundo . Estaba empantanado entre dos vidas, llevaba conmigo todos los peligros de los lobos. Sin embargo, cuando la oí pronunciar mi nombre, cuando la oí llamarme para que fuera con ella, supe que haría cualquier cosa con tal de estar a su lado."

Otra cosa que admiro de la autora es que siempre crea personajes maravillosos (y, gracias a Dios, no muy estereotipados).
Grace es un personaje asombroso. Es una adolescente bastante rara (todo hay que decirlo), pero en el buen sentido. Es fría, fuerte, escéptica y no suele expresar mucho sus sentimientos. Aun así, durante toda la novela somos conscientes del cariño y amor que siente por Sam. Sin duda, es mi personaje favorito de todos los libros que he leído.

"-¡Grace! ¿Qué es eso que llevas puesto?

Agarré el pompón de mi gorro con el índice y el pulgar y le di una sacudida.

-¿Esto? No sé cómo lo llamaréis en tu pueblo, pero en el mío se llama gorro. Viene bien para que no se te enfríen las orejas.

-Qué barbaridad -exclamó Sam mientras se acercaba. Me rodeó la cara con las manos y se me quedó mirando-. Estás guapísima -me dio un beso, observó el gorro y volvió a besarme, y yo me hice la promesa de conservar aquel gorro toda mi vida."
Sam, por el contrario, es el chico más dulce y, en cierto modo, sensible, que nos podemos encontrar en una novela juvenil. Es romántico, cariñoso y siente un amor increíble hacia Grace, que no duda en expresar. Es un personaje al que se le coge mucho cariño enseguida y que te hará sentir todas las emociones posibles mientras lees.
"Él se frotó la muñeca derecha con el pulgar. Estaba pensativo.
-Ésta me la hizo mi madre. Y esta de aquí, mi padre. Recuerdo que contaron hasta tres para hacérmelas al mismo tiempo. Aún hoy, no soporto la visión de una bañera."

La relación entre los dos personajes principales es preciosa. Puede que parezca un poco precipitada al principio pero, en el resto del libro, sigue el ritmo perfecto. Y es que, con unos personajes tan maravillosos, el amor tenía que ser un elemento increíble en el libro. Y lo fue. Sin duda, la historia de amor entre Sam y Grace es la mejor representación de esa ley de la física que dice que los polos opuestos se atraen. Debo admitir que en algunos momentos resulta empalagoso e incluso cursi. Sin embargo, esos momentos potencian la belleza de la historia y la hacen todavía más bonita.
"Me sorprendió lo distintos que éramos. Se me ocurrió pensar que si Grace y yo hubiéramos sido objetos, ella habría sido un reloj digital sincronizado con precisión científica, y yo, una bola de cristal rellena de nieve, una pequeña tormenta de recuerdos temblorosos."

Aunque es cierto que el amor tiene mucha importancia en este libro, también hay momentos de tensión, misterio y, en ocasiones, humor.

"-¿Puedo hacerte una pregunta?
-Acabas de hacerlo.
Se quedó pensando un momento.
-Vale. ¿Puedo hacerte otra pregunta?
-Acabas de hacerlo.
Sam resopló y me lanzó uno de los cojines del sofá. El proyectil atravesó la habitación, iluminada tan sólo por la luna, y aterrizó blandamente sobre mí.
-Eres una listilla, ¿lo sabías?"

El libro está narrado desde los dos puntos de vista, lo cual nos permite empatizar perfectamente tanto con Grace como con Sam.
Me gustaría destacar también un personaje secundario, Isabel, la hermana de Jack, que me ha parecido maravilloso. No aparece mucho, ya que la historia se centra en Sam y en Grace, pero podemos apreciar a una chica fuerte, fría, decidida, y que sufre una evolución impresionante a lo largo de la novela.
Por último, el final me ha encantado. Te deja con muchas ganas de leer cuanto antes el próximo libro.
Podría pasarme horas hablando de lo increíblemente maravillosa que es esta novela, de lo increíblemente maravillosos que son sus personajes y de lo increíblemente maravillosa que es su autora. Y es que Temblor es, sin duda, una obra maestra que todo adolescente debería leer. Y si esta novela no te llama la atención, atrévete con cualquier otra de Maggie Siefvater. No soy supersticiosa, pero si no has leído un solo libro de Maggie, probablemente tendrás mala suerte durante los próximos siete años o algo parecido.





¿Ya lo habéis leído? ¿Todavía no? En ese caso, ¿mi opinión te ha ayudado a decidirte? ¡Nos leemos!


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